Horror al vacío es el nombre de uno de los muchos talleres para escolares y familias que programa el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia enmarcados en el ciclo La Ciencia a Escena. Aunque poco conocidos en comparación con otras actividades y exposiciones del Museo, estos talleres resultan muy interesantes.
Lo primero que debéis saber es que la mayoría de las propuestas están dirigidas a niños de 8 años de edad en adelante. Hay dos talleres: Micrarium y Robots que son adecuados para niños a partir de 12 años. En todos los casos pueden entrar los más pequeños, que, todo hay que decirlo, lo pasan bien aunque no acaben de comprender la base científica de las explicaciones. Cada taller cuesta 2 euros para los niños mayores de 4 años (los adultos también pagan) y no es necesario entrar al Museo para realizarlos (lo que sin duda es una estupenda noticia para los habitantes de Valencia y de las poblaciones limítrofes).
En el taller del que hablamos hoy, Horror al vacío, les enseñarán que los primeros científicos, que eran también filósofos, decían que la naturaleza tenía horror al vacío porque tendía a ocupar el espacio. Si queréis saber más debéis acudir a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Además de aprender, podréis, padres e hijos, convertiros en faquires y tumbaros en una cama de clavos de verdad sin pincharos, subiros a una plataforma de vasos de plástico sin que se rompa ninguno, comprobar como una pluma y un objeto pesado caen a la misma velocidad... en la luna, y ver hervir agua fría. ¿No os parece interesante?
La idea de los talleres es combinar el rigor científico y la diversión. Aunque sin duda se aprende ciencia con esta actividad su principal atractivo es que resulta muy entretenida.
Una sugerencia: normalmente se puede encontrar aparcamiento en la zona de la Avenida de Francia. Si no es así debéis saber que en el parking el cobro es en tiempo real y la hora cuesta 1,80 euros la hora.
Para saber algo más: http://www.cac.es/
Tel: 902100031
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